Un migrante es una persona que cambia su lugar de residencia para buscar uno más estable, con mejores oportunidades y mayor seguridad para sí mismo y su familia. Aunque no es un proceso fácil, no se rinde hasta alcanzar su objetivo.

Razones

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), existen distintos tipos de migración. La migración forzada ocurre debido a guerras, persecuciones políticas, o desastres naturales. En cambio, la migración voluntaria es cuando las personas emigran en busca de una mejor calidad de vida.

Una de las principales razones por las que las personas dejan su país es la situación económica, de acuerdo con las Naciones Unidas. Muchas se trasladan a otros lugares para encontrar nuevas oportunidades. Sin embargo, la OIM reconoce que, en ocasiones, los migrantes internacionales son explotados laboralmente debido a la falta de documentos legales para permanecer en su destino. Esto puede llevar a que no reciban un salario justo, como cualquier otro ciudadano del país receptor. Además, la falta de información facilita el abuso.

La migración se ha convertido en un fenómeno mundial. Un informe de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de las Naciones Unidas reveló que al 1 de julio de 2020, había 281 millones de personas viviendo en un país distinto al de su nacimiento, lo que representa aproximadamente el 3,6 % de la población mundial. Esta cifra puede variar con el tiempo debido a factores socioeconómicos y cambios políticos.

El trayecto

La búsqueda del "sueño americano" —el anhelo de lograr éxito económico en los Estados Unidos— parece no tener fin para algunas personas. A diario, muchos migrantes arriesgan sus vidas para alcanzar este objetivo, encontrando formas de evadir las medidas de seguridad.

Fernando, un venezolano, es uno de ellos. Cruzó el Tapón del Darién, en Panamá, persiguiendo ese sueño. "No es fácil, la verdad. Muchos entran, pero no todos salen", comenta. Fernando describe la travesía en la selva: "Las personas mueren a causa de enfermedades y depredadores. Hay individuos que se hacen pasar por guías, pero te desorientan y luego te roban. También hay violencia sexual. A lo lejos, se escuchan gritos de personas que sufren, y muchas otras están agonizando. Cuando alguien está moribundo, tienen que dejarlo atrás para no retrasar el viaje".

Ariel, otro venezolano que intentaba cumplir el sueño americano, decidió quedarse en el Istmo después de que unos delincuentes le robaron gran parte de su dinero y el de sus compañeros de viaje.

Barreras discriminatorias

Cuando los migrantes llegan a un nuevo país, suelen ser discriminados simplemente por ser extranjeros, lo que les genera un profundo sentimiento de exclusión. En muchos casos, son deportados a su lugar de origen, haciendo que su arduo y arriesgado trayecto resulte en vano. Además, la falta de documentos legales obliga a muchos a recurrir a entradas no oficiales, exponiéndolos a peligros considerables.

Integración

Al llegar a su destino, los migrantes experimentan numerosos cambios. Enfrentan desafíos para adaptarse a un nuevo país, con una cultura diferente a la que están acostumbrados. Generalmente, después del primer año, logran sentirse más cómodos.

Sin embargo, muchos comienzan a extrañar a sus seres queridos. Amigos migrantes me han contado que, en momentos difíciles, sienten la necesidad de regresar, pero resisten ese impulso, recordando todo lo que han pasado. Poco a poco, empiezan a forjar nuevas relaciones con personas que conocen en el trabajo o la escuela, hasta que finalmente se sienten seguros en su nuevo hogar.

Al investigar sobre la situación de los migrantes, comprendemos lo difícil que es para ellos adaptarse a un entorno diferente y cómo pueden ser maltratados y explotados. Esta comprensión nos invita a evitar juzgar a estas personas y, en su lugar, empatizar más con ellas. Además, nos ayuda a sentir gratitud por lo que tenemos.